Preciosa ruta circular que parte del pueblo de Araotz, en Gipuzkoa, subida al mirador de Orkatzategi, y bajada al impresionante Ojo de Aitzulo. La ruta, de está muy bien señalizada con marcas blancas y amarillas.
Partimos en coche hacia Araotz. La niebla se va disipando gradualmente mientras serpenteamos entre las imponentes montañas del País Vasco. El día luce espléndido a nuestra llegada. El pueblo se encuentra enclavado en las faldas del monte Aitzgorri, en un entorno natural impresionante.
A escasos metros de la Iglesia de San Miguel, existe un pequeño parking donde dejamos el coche, para comenzar nuestra ascensión por un empinado y serpenteante camino asfaltado hasta llegar al Collado de Zelaiaundi. Más de dos kilómetros de pendiente constante nos obligan a realizar nuestra primera parada, frente al poste indicativo del cruce de caminos.
La panorámica desde el collado es magnífica. Aprovechamos el descanso para aproximarnos con cautela, y disfrutar de la compañía de una manada de caballos de monte del País Vasco.
Una vez hemos repuesto fuerzas, tomamos un camino de tierra que parte hacia la derecha, y que pronto se convertirá en un sendero entre la hierba, que se va difuminando según ascendemos.
Orkatzategi
Por fin, alcanzamos la cima de Orkatzategui (916 m). El mirador está situado en un enclave natural excepcional, rodeado de montañas y valles, con vistas impresionantes del Parque Natural de Aizkorri-Aratz y las cumbres de los montes Anboto y Udalaitz, con el embalse de Urkulu a nuestros pies.
El día lucía espléndido, pese a que el viento arrecia en lo alto. La panorámica es sencillamente espectacular, merecido premio a los 500 m de desnivel que pesan sobre nuestras piernas.
Tras un pequeño descanso, comenzamos nuestro descenso, algo que agradecemos después de la paliza cuesta arriba. Bajamos campo a través, hasta que encontramos de nuevo las marcas blancas y amarillas que indican el sendero que nos llevará la cueva de Aitzulo y su impresionante «ojo»
El Ojo de Aitzulo
Aitzulo es una enorme cavidad en la roca que se va abriendo ante nosotras según entramos en ella, y que acaba en una inmensa abertura como una pupila vertical, como espectacular ventana hacia el valle de Oñati.
Descendemos por la parte derecha de la cueva, que parece más accesible, y cruzamos hasta el lado izquierdo, donde un saliente en la roca nos permite asomarnos, con mucho cuidado, al vacío. La vista es magnífica. Impresiona ver cómo los buitres caen desde lo alto planeando sobre el valle.
Aitzulo es un capricho de la naturaleza que, sin duda, no te dejará indiferente.
Compartimos el enlace a la ruta que seguimos, gracias a Wikiloc