Una de las experiencias más impactantes de mi vida ha sido, sin duda, contemplar un oso Grizzly mientras visitaba Parque Nacional de Kootenay, en el corazón de la Columbia Británica.
Volvíamos, Manuela y yo, de disfrutar de Numa Falls, la impresionante cascada que forma el río Vermillion. El agua se muestra poderosa golpeando las rocas a su paso por ese punto del parque, maravillosa estampa que puede observarse desde unos puentes de madera instalados siguiendo el recorrido del agua.
Esta cascada, de fácil acceso, está muy próxima a la carretera donde habíamos dejado a ‘Estela’ aparcada. Después de ver la atronadora e imponente tromba de agua, Manuela volvió a la furgoneta para dar de comer a Pincho, su pequeño y gruñón Schauzer.
Yo me quedé, sola y entretenida, fotografiando un pequeño chipmunk que me observaba, curioso, sobre sus dos patas trasera.
Parecía que esta simpática ardilla estaba posando para mí cuando aprecié un movimiento en la espesura cercana. Mi corazón se detuvo por un momento al ver al rey de las Montañas Rocosas, un oso grizzly imponente, que asomaba detrás de unos árboles.
Cuando pude recuperarme de la parálisis momentánea, alcé mi cámara suavemente, procurando hacer el menor ruido posible. El oso no me prestó atención (sigo dando gracias por ello), y se giró para desaparecer por el mismo sitio que se había asomado.
Si preguntáis por el spray pimienta que todos los visitantes de las rocosas debemos llevar en un bolsillo accesible del pantalón, os responderé que no, no lo llevaba. Imprudencia extrema por mi parte, que corregí a la mañana siguiente en cuanto pude adquirir uno por el módico precio de 30 $.
Precauciones si realizas senderismo en las Rocosas
En los Parques Nacionales de Canadá e aconseja a los turistas que estén alerta y tomen precauciones para evitar encuentros peligrosos con osos. Estos animales pueden ser impredecibles, especialmente si se sienten amenazados o acorralados. Por tanto, es importante respetar su hábitat, y tomar medidas para evitar el contacto cercano con ellos: