En el barranco de la Cañada de las Fuentes, en la Sierra de Cazorla, habitan los árboles más longevos de España. Con el fin de visitarlos, pusimos rumbo a Jaen para recorrer el sendero de los Tejos Milenarios.
El Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas es uno de los espacios naturales más grandes de España, y uno de los más importantes desde el punto de vista ecológico y paisajístico. El parque se encuentra en la provincia de Jaén y se extiende por más de 200.000 hectáreas de superficie.
El parque es conocido por su impresionante relieve montañoso, con cumbres que superan los 2.000 metros de altitud, como el pico Empanadas, el Gilillo o el Yelmo. También destaca por su gran diversidad biológica, con numerosas especies animales y vegetales, algunas de ellas en peligro de extinción, como el lince ibérico o el águila real.
La ruta de los Tejos Milenarios
La ruta, 5,2 kilómetros de longitud, se inicia en el Nacimiento del Guadalquivir, en la Sierra de Cazorla. Después de aparcar el coche en la zona habilitada para ello, nos dirigimos hacia la Cañada de las Fuentes. Encontramos una bifurcación donde un panel nos informa sobre el inicio del sendero.
Comenzamos a ascender por un zona umbría, pisando con mucha cautela pues encontramos nieve y hielo a nuestro paso. Enero es el mes más frío del año en la Sierra de Cazorla, y la nieve no ha faltado a su cita en esta época del año.
Continuamos nuestro precavido ascenso hasta encontrar un claro donde se yergue un impresionante pino salgareño.
La vegetación vuelve a cerrarse sobre la senda. Tras cruzar un pequeño arroyo, ascendemos entre árboles y maleza hasta llegar un claro, a nuestra izquierda, en el que se alza el monumental tejo milenario.
Bajo el tejo milenario
Estamos ante el ser vivo más viejo de España, y uno de los más viejos de Europa. El diámetro de su inmenso y robusto tronco así lo acredita. Su copa es amplia y frondosa, y está compuesta por ramas retorcidas y nudosas que le dan una apariencia única y distintiva.
Llama la atención su impresionante envergadura, como si fuera una fortaleza natural que ha resistido el paso del tiempo y las inclemencias del clima. A su alrededor, se extienden las ramas frondosas, cubriendo el suelo con una sombra densa.
El ambiente que se respira bajo este árbol es mágico y ancestral, como si se tratara de un lugar sagrado. La sensación de estar rodeado de tanta historia y longevidad impacta. Este impresionante árbol ha sido testigo silencioso de veinte siglos de historia, de guerras y de cambios en nuestra sociedad.
En el silencio del lugar, el murmullo del viento a través de las hojas nos envuelve, como si el tiempo se detuviera y pudiésemos conectar con la naturaleza de una forma más profunda.
Os dejo el enlace al artículo de Alfonso Masoliver, publicado en La Razón Viajes, sobre este impresionante árbol, que merece la pena leer.
Cómo llegar
Desde el municipio de Cazorla, la ruta más directa es tomar la carretera local interior que va a la localidad de La Iruela, para enlazar con la carretera local que va desde La Iruela a la localidad de Riogazas con dirección al Chorro. Luego tomamos la carretera-pista de montaña JF-7093 que nos lleva hasta el mismo Nacimiento del Río Guadalquivir.
Fuente: Wikiloc